martes, 5 de julio de 2005

Paintball

La pasada semana tuve una curiosa experiencia...La empresa para la que curro tuvo la iniciativa de llevarnos a todo el equipo a jugar al Paintball en plan experiencia de grupo llamada a fortalecer los lazos entre los compañeros.

El paintball como ya sabreis es ese juego en el que dos equipos armados con ametralladoras que disparan bolas de pintura se reparten leña a diestro y siniestro con el fin de desestresarse, hacer ejercicio y de paso cascarle al jefe algun bolazo entodo el careto.

Una vez en el lugar nos uniformaron convenientemente con un mono y una máscara. De momento el milagroso efecto desestresante del juego brillaba por su ausencia...Dentro de un mono de lona y con una máscara de plástico en el careto hacia una nada despreciable temperatura de 40 grados.(Es lo que tiene jugar en pleno mes de Julio a las 12 del mediodía).

Hechos los bandos y comprendidas las reglas, nos metimos al tema.

En mi interior me mentalice de que debia actuar como si fueran balas reales las que volaban sobre mi, de esa manera y siendo cauto, fijo que duraria mas.

En estos pensamientos estaba (no llevaria ni 1 minuto de juego) cuando me metieron un tiro entre ceja y ceja...¡Cago en la puta!¡Pues si que estoy hecho un "marine"!. Tras el vergonzante y prematuro arresto de dos minutos en la base, volví con renovada sed de sangre al campo de batalla.

Mis compañeros no eran mucho más duchos que yo en el noble arte de la guerra..., el uno corria por allí recibiendo bolazos en el lomo (que por cierto hacen un daño que te cagas si te pillan cerca), el otro trataba de agazaparse inutilmente tras un monton de piedras sin darse cuenta de que su trasero asomaba sobre la barricada ofreciendo un tentador y vergonzante blanco para nuestros despiadados disparos. Los más corrian a ciegas con el visor de las máscaras empañado llegando alguno, en su ceguera, a salirse del recinto de juego...

Aproveche para "bolear" a traición a un par de enemigos y de paso para comerme un nuevo bolazo en la boca. La pintura se filtro por los respiraderos de la máscara y me llenó la boca con ella.

-¡PUAG!,¡¡esta amarga!!, nuevamente eliminado.¡seré burro!.

Las bajas aumentaban por doquier a cada cual de ellas mas risible, sobre todo cuando el impactado no avisaba visiblemente de que estaba ya fuera del juego y se ponia a tiro de todos, siendo cosido a balazos mientras decia...

-¡Ehhh!, ¡OUCH!, ...que estoy... ¡AY!...levantando...¡ARGG!...la manooooo..¡OSTI!..no dispareis más cabroneees.

En fin que eramos los autenticos "perros de la guerra",... bueno más bien los "chihuahuas de la guerra"

Durante casi dos horas dimos y recibimos, corrimos y sudamos y tras la necesaria paella de hermandad volvimos a casa exhaustos, sudados como gorrinos y cosidos a moratones de los balazos.

¡Hay que joderse como desestresa que lo apalicen a uno!, la próxima vez que me quiera desestresar directamente meteré los dedos en el enchufe que también debe ser la bomba.

¡Cosas de Yanquis!, de todos modos hay que reconocer que te ries un huevo....Larga vida al Paintball.

1 comentario:

gatzara dijo...

A l'Olleria toca anar ja!!