Siempre he pensado que el fútbol ocupa un rango exagerado en la oferta de ocio semanal de los españoles.
El deporte rey desata tal afición que entre competiciones nacionales e internacionales, jornadas adelantadas y retrasadas, categorias inferiores, clubs y selecciones, no hay dia de la semana en la cual no te encuentres la clasica estampa de los 23 tios corriendo sobre fondo verde en uno u otro canal de la televisión.
Este exceso de oferta y la (excesiva desde mi punto de vista) gran afición a este deporte que ha habido en mi casa , donde con igual fe se veia un Valencia-Barcelona que un Bollullos del Condado-Soria, ha hecho desarrollar en mi un rechazo enorme hacia el fútbol desde pequeño.
Si a eso unimos que siempre he sido un patán con el balón en los pies y que en mi amplio palmarés goleador figura en solitario un único gol logrado en el colegio y de churro, comprendereis que mi aversión hacia el balompié es justificada.
Pero ¡ay de mi !, que en estos ultimos tiempos me he sorprendido a mi mismo viendome algún partido que otro yo solito, sin que nadie me oblige y para sorpresa de mis seres queridos. No se si estoy empezando a descubrir (nunca es tarde) la magia del fútbol.
Lo que ni dos ligas, ni dos copas ni dos finales de la champions del único equipo que me interesa, El Valencia Cf por supuesto, habían logrado en mi, lo está logrando la amenaza de la segunda división.
Estos dias he sufrido con el Barça-Valencia y la paliza de 6-0, me he tragado con ilusión el Valencia-Zaragoza escuchando por la radio los resultados del Getafe-Villarreal y la evolución del Valladolid y el Recre, para a continuación enchufarme un Madrid-Barça con la esperanza de que el Valencia salve la categoría y el Villarreal quede 2º en la liga.
Ha tenido que ocurrir esta nefasta situación para el Valencia para despertar en mi ese interés por la liga de la que siempre había carecido. ¿Será que me gusta la emoción de lo complicado?, ¿Me estaré haciendo mayor?,¿Será una cuestión de patriotismo y no de "futbolismo"?...
El caso es que no se si mi repentina afición durará o se desvanecerá como el humo una vez salvemos los trastos, pero por lo menos ahora tengo una idea de como sentís los que vivís el fútbol y os comprendo un poco mas.
Pase lo que pase....¡Amunt!