La nevera vacía

Creia que no iba a poder escribir nada antes de coger mis deseadas vacaciones pero aún tengo un huequecito para comentaros mi curiosa situación que seguro que habeis vivido alguna vez.

A falta de pocos dias para irme de vacaciones y debido a mis obligaciones laborales me encuentro en el curioso papel de "Rodriguez"

Estoy en mi casa sin padre, ni madre, ni perrito que me ladre y la libertad que eso supone tiene sus pros y sus contras para alguien que como yo, (lo reconozco) está pesimamente acostumbrado a no enterarse de las tareas del hogar.

Llegué a las tres de la tarde a mi barrio y trás comer de menú en un bar cercano, me metí en mi casa con un buen cargamento de DVD's y videojuegos dispuesto a pasar una memorable tarde de hacer lo que me diese la gana.

El mundo era mío y la casa también, nadie me iba a decir que no conectase la consola a la tele grande, nadie me iba a protestar si ponia los pies encima del sofá, nadie me iba a decir aquello de..-¡Ya esta bien de marcianitos que te vas a volver tonto!,ni eso otro de... ¡quita eso que hacen un partido España-Macedonia de la selección sub-16 y en la otra tele está tu madre viendo "el tomate"!.

Así que pasé una maravillosa tarde exterminando zombis, ganando el rally de acropolis y balanceandome en red como Spiderman por Nueva York, hasta que de pronto me di cuenta que mi estomago reclamaba...

-¡Pero si ya son las 10:30 y yo sin cenar! -me dije- voy a hacerme algo para papear...

Pero..¡Ah amigo!, resulta que aunque no lo creais, la nevera no se llena sola...¡Maldición!. Embelesado en mi maratón de videojuegos habia olvidado que en la nevera no habia nada comestible, ya que se suponía que yo iba a comprar lo necesario cada dia para evitar que se estropease.

¡Mierda!-mascullé,-¡ sera plan de hacerme un sandwich de jamón para salir del paso!...

¿Tu has visto el pan?, yo tampoco....y el jamón,¡ay.. el jamón!, un triste envase al vacio de jamón york caducado languidecía en la nevera (y encima no me gusta el jamón York).

Sin pan ni jamón ni nada y cuando ya iba a vestirme y largarme a un bar a que me hiciesen un bocata, me di cuenta que no tenia un duro encima así que antes de ponerme a buscar un cajero, me puse a rebuscar como un desesperado entre las latas de conserva de la despensa...

Una solitaria lata de guisantes y un asquerosillo molde de arroz blanco de ese hindú de guarnición se presentaron como la unica opción gastronomica a mi alcance.

Así que le metí caña al microondas y me compuse una rápida engendro-cena a base de arrocito "Bashmati" (o como se diga...) con la que hubiese pasado hambre el mismo Ghandi.

La verdad es me está bien empleado por tarugo, hoy en cuanto salga del curro me voy de cabeza al Mercadona y me compro comida fresca y un libro de cocina...¡se acabo ser un inutil!

¡Cuan cierta la letra de aquel tango de Malevaje que decía...!

"Que desolación me dá ver la nevera vacía.....con lo bien que yo comía en casa de mi mamá"

El Hundidor Dixit (Esta vez sí ¡Hasta Septiembre!)