Las dos caras de la nieve

La semana pasada asistimos a una de las más espectaculares nevadas de los últimos años en Bocairent.

Desde que hace ya más de tres años fije mi residencia habitual en el pueblo mi concepto de la nieve como diversión y bonita estampa ha cambiado radicalmente.

Cuando vivía en Valencia y recibíamos llamada desde el pueblo contándonos que estaba nevando, no podía evitar sentir cierta sensación de envidia y de cabreo por no estar en ese momento en el pueblo disfrutando del espectáculo y si, encima el fin de semana quedaba lejos, aun era mayor la impaciencia que me producía pensar que, tal vez, para cuando yo pudiese ir a Bocairent la nieve habría desaparecido ya y me quedaría sin disfrutar de tan bonito espectáculo.

En mi fuero interno, siempre habia deseado que me pillase una buena nevada estando en el pueblo para poder "disfrutarlo" en primera persona y no ya a toro pasado.

El pasado lunes la situación fue otra bien distinta, mi deseo se realizo de una forma algo diferente a lo que pensaba...A las siete de la mañana me levante con la sorpresa de que la nieve cubría las calles. En pocos momentos la alegría inicial que produce el espectáculo se volvió incertidumbre ya que había que valorar hasta que punto era seguro sacar el coche para ir a trabajar.

La nieve se iba amontonando y el caos circulatorio era cada vez mayor. Coches atascados en la nieve, una considerable ventisca que arreciaba a cada momento...un frio que pela.

En ese momento la nieve ya no era bonita...ni siquiera se veía el paisaje por la bruma y la cortina de nieve que caía constantemente. Las noticias de carreteras cortadas y problemas para acceder al pueblo se sucedían y la nevada ya no era el bonito espectáculo que solía ser, sino una seria dificultad para que la gente pudiese volver a casa desde sus lugares de trabajo.

Lo que antes para mi era un bonito escenario para hacer fotos ahora era casi una zona de guerra donde pala y saco de sal en ristre cada cual se afanaba por abrir camino para acceder a tal o cual sitio, ayudar a sacar de la nieve vehiculos que habian quedado atascados, poner cadenas o facilitar en la medida de lo posible una vuelta a la normalidad que en ese momento se veía difícil.

La bajisima temperatura propició que las calles se convirtiesen en pistas de patinaje donde coches y personas sufian las consecuencias de algún resbalón, con serias consecuencias para algunos que tuvieron que ser atendidos por contusiones y fracturas...

Finalmente todas las situaciones como esta por complicadas que parezcan acaban resolviéndose y gradualmente pasamos del caos vivido al conocido escenario ,una vez pasado el temporal, de los turistas haciéndose fotos con un monton de nieve en el capó del coche y a los reporteros de Canal 9 buscando "estampas" por diversos lugares del pueblo.

En internet puede leer a más de un conocido lamentándose de lo que se había perdido por no encontrarse en el pueblo el dia de la nevada y yo pensaba para mis adentros que yo también había pensado así no hace tanto.

Así que ,amigos, que sepáis que efectivamente la nieve es preciosa pero os aseguro que es algo para disfrutar sin prisas, estando de vacaciones, sin tener necesidad de salir a la carretera y con toda la gente en casita en plan "peli" Navideña, porque como te coja un día laboral...

De todos modos si todas estas peripecias "sufridas" sirven para que el turismo se venga a dejar los duros al pueblo, bienvenida sea la nieve que yo ya se manejar la pala :-)